ESPECIAL «El MC en Chile» Entrega 3 // Vto, muraleador callejero: “La calle fue la principal escuela” [Archivo RT]

artículo publicado el 20/09/2021 en la Revista TejeR

por UM-T Unidades Muralistas TejeR

Nos reunimos con el Beto en marzo de 2021. Fue el cierre al doloroso y emotivo proceso de despedir a un amigo en común: el “Rola”, Rolando Millante, muralista mapuche, fundador de La Garrapata.

Alberto Pastén (Vtopast, o Beto simplemente) nació en Valdivieso, calle Lincoln, barrio del Cerro San Cristóbal, debajo de la piscina Tupahue. Su infancia transcurrió en la Población Los Molineros de San Miguel…“en el pasaje 1 con Departamental”. Su biografía es breve: “Soy hijo de obrero. Ninguno de mis padres fue militante de partidos políticos. Heredé la habilidad del dibujo de mi padre, nada de otro mundo. Pasé unos años por las Artes y posteriormente estudié Diseño Gráfico, trabajé por muchos años en imprenta”.

Como gran parte de la juventud popular que vivió su adolescencia en Dictadura, militó en diversas organizaciones políticas: “pasé por las Juventudes Socialistas y las Juventudes Comunistas y caminé en muchas oportunidades con el MIR”. Sin embargo, no bastaba con hacer política desde las organizaciones que habían sido ilegalizadas por la Dictadura, había que explorar otras formas: “Fue un período difícil; heredamos el golpe de estado, humillación, persecución, exilio, torturas, clandestinidad, escenario en el que desarrollé mi rebeldía contra la tiranía pinochetista, etapa en donde utilizamos el ingenio, la organización y la lucha muraleando”.

El Vto comenzó a pintar en los ochenta. Sus inicios comienzan en la Fragua y el Taller Muralista y Cultural La Escala, proceso de activismo que se da en el período de la dictadura 80 y 90. La Escala -la primera organización muralista en que participo- es un buen ejemplo de cómo se construye organización muralista: “realizamos una orgánica participativa, haciendo asambleas, que nos permitieron redactar nuestros estatutos, que eran como nuestra propia constitución”. La formación militante, el dominio de la calle, les permitió sortear con astucia el contexto: “usamos la infiltración donde teníamos al compañero «Ulises» participando en los Comandos de Propaganda de la Derecha, y de donde nos entregaba la información de los lugares que recorrerían por las noches haciendo propaganda. Luego, los asaltábamos y les expropiábamos las tinetas de pintura para usa de jornadas muralistas”. Reforzando la idea, agrega: “Militando y caminando con los partidos de izquierda aprendimos algo muy importante: la agitación y propaganda política es una actividad clandestina y colectiva, donde cada uno de los que participan ejecutan una labor o tarea bajo las órdenes de la organización a la cual pertenecía. En la calle, muraleando fue la principal escuela”.

Sobre sus primeras experiencias muralistas, Vto recuerda: “El primer mural que pinté fue uno con muchas flores y muchos colores; el texto escogido fue «Podrán cortar todas las flores, pero no impedirán que llegue la primavera» del camarada Pablo Neruda. Trazamos (el boceto) entre todos: algunos dibujantes de la Plaza de Armas de Santiago, otros militantes y pobladores del barrio, y yo”.

En clave de futuro.

Ya nos despedimos del Vto. A modo de síntesis de todo lo que encierra las historias de ser muralista callejero, nos regala esta reflexión: “El muralismo para mí fue la mejor escuela ya que aprendimos a trabajar de forma colectiva, aprendimos a cuidarnos los unos a los otros por la época que nos tocó vivir. En la escuela también fuimos testigos de la evolución de los implementos que usábamos; cambiaron las brochas, apareció el rodillo de esponja de diferentes medidas, aparecieron las latas de spray (Marson), que eran más duros por el “pituto” chico que dejaban dolor como por 3 días en el dedo índice, fueron mejorando los pigmentos de color en las pinturas.

Marca una posición, se define en el trazo de la palabra: “Para mí el muralismo populárico y callejero son uno solo; que sea popular por pintar las demandas del pueblo y callejero porque lo hacemos en la vía pública, lo hace una unidad, hay muchas diferencias para mí”.

Sentencia y filetea grueso: “Le tengo mucho respecto a la palabra Muralismo, éste es muy de la academia, le pertenece a los grandes muralistas de la historia; Diego de Rivera, Siqueiros, Orozco (México), José Venturelli, Roberto Matta (Chile). Yo me clasifico en los “muraleros” (populárico y callejero) donde trabajamos de forma colectiva y contestaría, donde hay una idea libertaria, de lucha social; donde lo colectivo es fundamental para trabajar una idea en el muro y la satisfacción del trabajo realizado es de todos.

Vto se anima, no quiere terminar la conversación. ¿Si pudieras dejar un mensaje a ese pueblo que aun es pequeño, niños y niñas hoy- sobre tus ganas, tus deseos de transformación de la sociedad, tratando de vincular estas ideas con la pintura callejera? “Que se conozcan a sí mismos, para enamorarse de una idea, que desarrollen sus talentos y que elijan en libertad los pasos a seguir en la vida, que respeten el espacio de las y los amigos, cuidar la naturaleza y que aprendan que la revolución comienza cuando son buenos estudiantes, que sean conscientes de los problemas que tienen en sus casas junto a sus familias, que aprendan a pensar, analizar, a jugar”.