[archivo RT] LDH Luchadores de Lo Hermida: “No estábamos dispuestos a asumir esta larga fila de espera y decidimos ser un comité que lucha”

artículo publicado el 2021/10/15

Julia Espinoza, vocera de la organización, relata parte del trabajo que ha llevado a que, en solo 3 años, conquistaran un terreno para sus viviendas en la misma comuna.

Por Cano, militante de TejeR-ConstruIR

A finales de este año debe concretarse la compra, por parte de SERVIU, del terreno adjudicado al comité de vivienda Luchadores de Lo Hermida. A través de un audaz plan de lucha que incluyó la toma de un terreno para forzar la negociación con las autoridades, agitación y marchas en el territorio, las vecinas y vecinos de Lo Hermida lograron acelerar el proceso de conquista de su vivienda, entregando una enseñanza fundamental para todas y todos quienes se organizan en comités de vivienda: la espera pasiva no conduce a nada, mientras que la lucha directa y frontal, planificada y colectiva, permite que el pueblo conquiste sus derechos.

Pero Luchadores de Lo Hermida no se han quedado en la lucha por la casa propia y se han transformado en un motor del movimiento de pobladoras y pobladores, participando en distintos espacios de articulación, presentando proyectos que permitan hacerse cargo de la grave crisis habitacional que golpea al pueblo y participando en diversas movilizaciones locales y sectoriales. Así fue que dinamizaron su propia revuelta popular en Lo Hermida, enfrentándose a las fuerzas policiales y recibiendo una fuerte represión que los ha llevado a articularse también en torno a la lucha por la libertad de los presos políticos de Lo Hermida.

En ese mismo sentido, hoy se preparan para participar de la marcha por el derecho a la vivienda y la ciudad del 6 de noviembre, junto a distintos movimientos de pobladoras y pobladores.

¿Cuál es la situación habitacional en Lo Hermida?

En Peñalolén el déficit habitacional es de 18 mil familias según da cuenta el último plan de desarrollo comunal, y el sector más crítico es Lo Hermida. El hacinamiento y el encarecimiento de los arriendos en nuestro sector es pan de cada día por la falta de viviendas y la plusvalía de suelo que ha adquirido nuestra comuna en la última década. Vivir con 2 o 3 familias en la misma casa o ver los palafitos de autoconstrucción en los block del microsector La Villa Cousiño, demuestra el fracaso total del Ministerio de Vivienda y sus programas y subsidios habitacionales para nuestros vecinos que no consiguen créditos hipotecarios.

¿Cuándo y cómo surgió el Comité Luchadores de Lo Hermida?

Nuestro comité nace en mayo del 2018, por la gran demanda habitacional que existe en Lo Hermida, continuamente los vecinos se acercaban a la Junta de Vecinos N°18  preguntando sobre algún comité, así nace la necesidad de conformar uno. En la primera convocatoria llegaron aproximadamente 200 personas. Número que luego se ordena y se cierra en 160, máximo legal para los comités de vivienda.

Con qué espíritu surge y se organiza el comité, ¿qué significa que sea un comité de lucha?

El espíritu y deseo de nuestros vecinos es de seguir viviendo en comunidad, no perder la vida de barrio, de conocer a sus vecinos y poder organizarse con ellos. Por eso nuestro objetivo desde el principio fue encontrar un terreno en Peñalolén para seguir viviendo en la comuna y un terreno lo suficientemente grande para darle cabida a todos nosotros y no tener que dividirnos.

En Peñalolén, así como sucede en otras comunas, existen comités pasivos que solo hacen el trabajo administrativo y quedan a la espera del municipio o SERVIU para obtener una solución habitacional, estos tiempos pueden superar los 10 años de espera. Nosotros no estábamos dispuestos a asumir esta larga fila de espera y decidimos ser un comité que lucha para conseguir nuestro objetivo y acelerar el trabajo.

¿Qué acciones han desarrollado en ese sentido?

Hemos salido a la calle en diferentes manifestaciones como marchas territoriales, protestas en las afueras de SERVIU y MINVU e intentos de tomas de terrenos. Gracias a estas iniciativas logramos destacarnos en poco tiempo y conseguir mesas de trabajo para resolver nuestras demandas.

Pero también somos proactivos en trabajar y proponer políticas habilitaciones para enfrentar esta grave crisis habitacional que vive nuestro país, tanto en mesas de trabajo con subsecretario y ministro y exposiciones donde nos han escuchado otras instituciones en relación a la vivienda, como «Techo para Chile» «Cámara Chilena de la Construcción» «Parlamentarios», e importantes arquitectos del país, como Ivan Poduje y Alejandro Aravena, instalando en las conciencias la realidad de las poblaciones chilenas y la urgencia de implementar un Plan Habitacional de Emergencia para mitigar esta crisis, para que aumenten significativamente los programas operativos y presupuestos por parte del gobierno, como también que puedan entregar terrenos fiscales y comprar otros privados para un banco de terrenos que pueda poner freno no solo hoy, sino en años futuros a las demandas habitacionales.

También somos parte del Consejo Comunal de Vivienda de Peñalolén, orgánica autónoma de vivienda que reúne diferentes movimientos y comités que trabajan en conjunto para gestionar la adquisición de nuevos terrenos para los allegados de la comuna.

¿Cómo fue el proceso de lucha que los llevó  a conquistar el terreno?

Una vez conformada legalmente la agrupación Luchadores de lo Hermida, teníamos que conseguir un terreno, lo más obvio para nosotros fue mirar el extenso terreno de la Viña Cousiño colindante a nuestra población. Este terreno es el mejor evaluado para la construcción de viviendas en la comuna, por su excelente ubicación y por poseer la normativa adecuada para la construcción de viviendas, así que entendíamos que no sería fácil, sabiendo que la familia propietaria también poseía la inmobiliaria Crillon y no lo vendería fácilmente a SERVIU.

Así que decidimos tomar de rehén este terreno, reclamarlo para las pobladoras sin casa de Lo Hermida y no soltarlo hasta que vendieran parte de él para la construcción de viviendas sociales o nos compraran otro de similares características, que fuera en Peñalolén y que tenga cabida para todos nosotros.

De esta manera llegamos a finales del 2020 con un compromiso ministerial de comprarnos otro terreno, cosa que venimos trabajando todo este año y que se concretará con la compraventa de Departamental 7910, en diciembre.

¿Cuéntanos más sobre la lucha que han dado en estos tres años?

En nuestro afán por la búsqueda de un terreno hicimos una radiografía a toda la comuna y llegamos a la conclusión que estábamos en una posición muy desfavorable en este ajedrez. En Peñalolén aún existen extensos terrenos en venta pero estos no cumplen normativa de suelo y densidad para construir viviendas sociales en altura.

Así que pusimos en marcha nuestro plan por La Viña Cousiño, les comunicamos a todas las autoridades locales y centrales nuestro deseo de vivir en este terreno y nuestra voluntad de iniciar un trabajo en conjunto para negociar con el privado, hicimos marchas locales concientizando a la comunidad la necesidad de luchar por el derecho a la vivienda, pegamos propaganda y pintamos un gran mural en Vespucio con Los Presidentes con la consigna «La viña cousiño para las pobladoras sin casa».

Así logramos agitar y empoderar a los vecinos organizados para pelear la viña y ver este sueño cada vez más posible. Pero no contábamos con la venia de las autoridades que se negaban a enfrentar a este poderoso privado por muy legítima que fuera nuestra lucha.

Con el estallido social como escenario decidimos dar el golpe de gracia, sabíamos que nos jugábamos el todo o nada, pero no teníamos nada que perder, nuestra realidad se reflejaba en los carteles de dignidad: «Lo queremos todo porque no tenemos nada». Un 11 de noviembre del 2019 a las 7 a. m., las pobladoras de Lo Hermida se levantan en dirección a un intento de toma de la Viña Cousiño.

¿Y qué implicó para su lucha el hito de la toma de la viña?

Luego de este hito mediático, que no solo visibilizó la gran falta de vivienda en Lo Hermida,  se inició nuestro propio estallido en la población, al enfrentarse los pobladores a mucha violencia policial, que se vino repitiendo desde ese dia en adelante, donde nos dispararon carabineros y guardias privados sin entablar comunicación, ni mostrar carta de desalojo. Posteriormente con violentas detenciones y allanamientos ilegales dentro de Lo Hermida. Comenzaron los enfrentamientos día y noche, por un mes en la subcomisaría de Peñalolén que tiene lugar precisamente en los predios de la Viña Cousiño en defensa contra los abusos y vulneración a los derechos humanos que estábamos pasando, no solo fuimos castigados con amedrentamiento policial, siendo sitiados por carabineros y PDI, gaseados y vigilados por un funcionario policial infiltrado (Giovanny combativo) por drones y una  cámara de alta resolución colocada en un globo aerostático día y noche. Sino también castigando a 11 de nuestros vecinos con cárcel y comenzando la lucha por la liberación de los presos políticos de Lo Hermida.

¿Cómo siguió avanzando entonces el proceso que les permitió conseguir el terreno?

Nuestra primera toma simbólica fue en un terreno municipal de la comuna, en Vespucio con Litoral. Ya habíamos entregado un número considerable de cartas sin respuesta a la familia Cousiño pidiendo conversar y esta vez decidimos enviarle un mensaje por la televisión. Nunca hemos estado sentados con algún representante de la viña, pero este hecho dio pie a reuniones formales con las autoridades.

Nuestro mural en las panderetas que dividían Lo Hermida y la viña también es un hito muy importante, por ser uno de los pocos espacios sin derribar por los pobladores de Lo Hermida el día de la toma, lo que fue una validación a nuestra lucha por la vivienda de parte de los vecinos del sector.

Otro hito importante fue ir a las afueras de la Convención Constitucional en el ex Congreso en julio de este año con todo el comité, siendo la primera agrupación por la vivienda en manifestarse exigiendo que en la nueva carta magna quede estipulado la vivienda digna como un derecho humano y que sea el Estado quien tenga que garantizarlo.

¿Cómo ven el panorama en la lucha por la vivienda del movimiento de pobladoras y pobladores, en el actual contexto?

El panorama es incierto, hay una preocupación generalizada entre dirigentes habitacionales con este fin de gobierno, hay mucho trabajo en juego y se teme no llegar a concretar en marzo. Una nueva administración enlentece la dinámica y empezar desde cero no es opción.

El proceso constituyente da esperanzas a un mejor porvenir pero esta siempre puede ser anulada en el plebiscito de salida, si bien no la descartamos y estamos atentos y dispuestos a trabajar en los espacios de participación popular que se abrieron, no es el único foco donde apuntar.

También trabajamos en influir para el bien de los pobladores organizados en comité de vivienda en la Ley de integración social y urbana para la emergencia habitacional con reuniones tanto en el ministerio y parlamentarios.

¿Cómo se están preparando para la marcha del 6 de noviembre? ¿Por qué es importante asistir y qué demandas centrales plantean ustedes?

Nuestro comité sabe que tiene que estar siempre preparado para salir a la calle.

Aún hoy cuando tenemos un terreno negociado para dar solución a la totalidad de nuestras familias y que se pagará este año, sabemos que no es opción la pasividad y que salir a la calle a manifestarse es fundamental para conquistar nuestros derechos.

Este 6 de noviembre estaremos marchando por el derecho a la vivienda y la ciudad junto a diferentes movimientos de Santiago. Ya lo estamos preparando con nuestros vecinos, prontamente tendremos asamblea para fijar jornada de trabajo para pintar lienzos y contratar nuestra micro amarilla que nos traslada siempre a nuestras movilizaciones.

¿Qué les parece el proyecto de ley que está presentando Ukamau, Vivienda Digna y otros movimientos?

Son super buenas las ideas que se están debatiendo, especialmente en torno a la ley de suelos y los mecanismos de recuperación de plusvalía, lamentablemente no hemos podido acceder al detalle de los proyectos que ha generado este grupo de movimiento con el Diputado Winter y el académico Javier Ruiz Tagle.

Nos parece que algunos de estos elementos deben ser integrados de forma definitiva en la Convención Constitucional y algunos, los más urgente, aplicarse en la ley de emergencia habitacional que discute el Senado.

¿Hay posibilidades de articular un movimiento fuerte de pobladores y pobladoras en la lucha por la ciudad y la vivienda?

Es absolutamente necesaria la articulación de todas las partes que luchan en torno a la vivienda, no solo comités sino también incluir la gran fuerza de los campamentos y tomas organizadas a nivel nacional para frenar el feroz sistema neoliberal que tiene a la vivienda como un bien de mercado y no un derecho en nuestro país. También se debe exigir entre todos la existencia de una devolución a los beneficios de las plusvalías adquiridas, así también combatir proyectos de ley que buscan criminalizar la pobreza como la ley anti-tomas levantada por sectores derechistas.

¿Qué consejos le dejarías a quienes están comenzando en el camino de organizarse en la lucha por la vivienda?

Muchos son los que nos escriben para saber si tenemos cupos dentro de nuestra agrupación. Pero pocos son los que saben de qué se trata estar en un comité.

Las autoridades te venden porcentajes y cifras altísimas de subsidios anuales y la gente cree que teniendo el ahorro, todo el  proceso, ya sea colectivo o individual, es un trámite fácil. Pero la realidad es otra, te enfrentas a un sin fin de problemas a la hora de querer postular a un subsidio como los largos años de espera hasta tener dirigentes inescrupulosos que te puedan estafar.

El Registro Social de Hogares por ejemplo que mide la vulnerabilidad de las personas es el principal enemigo de las familias, son tantos los años de espera que las realidades familiares cambian a lo largo de los años ya sea por un aumento de sueldo o por un hijo que creció y necesita su propio RSH. Así, siempre está la posibilidad de que aunque estuvieses desde un comienzo en un comité al momento de entregar subsidios ya no cumplas con las exigencias.

El ahorro también es otra traba importante, si bien el subsidio solidario para familias vulnerables exige por norma 10UF, la realidad es que ningún proyecto sale por menos de 40 UF dejando familias vulnerables fuera por no lograr llegar a estos montos.

Pero uno de los mayores problemas de los comités es la especulación que hacen los propietarios privados con sus terrenos, al pensar que valen más de lo real y enlentecen las gestiones de terreno que uno pueda hacer entre ellos y SERVIU.