[archivo RT] La movilización de lxs trabajadorxs de la educación de San Bernardo contra los abusos de la corporación municipal.

artículo publicado el 2023/08/14 en Revista TejeR

por Equipo Editorial

Dentro del contexto de movilización iniciado en San Bernardo por las y los trabajadores de establecimientos dependientes de la corporación municipal, en marzo del presente año debido a problemáticas de infraestructura e insumos y continuado a mediados de julio, debido al no pago de los dineros de los convenios colectivos y cotizaciones, desde la Revista TejeR nos propusimos conocer y difundir las causas que detonan el actual proceso de lucha, los objetivos que persiguen, los métodos y proyecciones de la movilización. Para esto, entrevistamos a la compañera Tamara Cáceres, docente de la Escuela Básica Alemania y participante de base del sindicato único de trabajadores de la educación (SUTE), y al estudiante secundario del Liceo Cardenal Antonio Samoré, parte de la vocería de la Red Territorial de Centros de estudiantes de San Bernardo (RCE), Vicente Hernández. Ambos nos dieron perspectivas relevantes sobre la movilización, sobre el cómo las han vivenciado personalmente y también desde sus respectivas organizaciones, nos hablaron de las falencias y virtudes del proceso y sobre la necesidad de que la movilización de un salto cualitativo tendiente a la unificación de la lucha del sector de estudiantes con el de trabajadores de la educación en torno a un pliego de demandas comunes.

Tamara Cáceres: una perspectiva crítica de los métodos de organización y movilización.

La compañera Tamara comenzó explicándonos que los motivos que originaron el proceso de movilización se arrastran desde el año pasado y tienen que ver -al menos en su dimensión económica- con el no pago de los dineros comprometidos en los diferentes convenios y contratos colectivos realizados entre la Corporación y las tres organizaciones gremiales: Colegio de Profesores, Sindicato de Asistentes de la Educación y Sindicato Único de Trabajadores de la Educación. Esta situación se ha agudizado este año, sumándose a los reajustes salariales adeudados, el no cumplimiento de los descuentos variables y cotizaciones previsionales (que en algunos casos se extiende a catorce meses impagos). Tal y como lo reveló el reportaje de CIPER, esta crisis financiero-administrativa tiene su trasfondo en los contratos millonarios realizados por la administración del alcalde White a través de trato directo o licitación privada, con empresas nuevas y sin experiencia ligadas a militantes de su mismo partido (PS) o vinculados con este, y también a las notorias deficiencias en las labores de gestión de recursos que caracterizaron la negociación con los sindicatos de asistentes y profesores.

Ahora bien, la docente nos advierte que en su dimensión estructural este conflicto se enmarca en una crisis aún mayor y de larga data en la educación pública y municipal chilena, pero que sin embargo los ejes que movilizan el actual proceso de lucha en San Bernardo generalmente se han enmarcado en una lógica economicista: “el problema estructural en la educación no tiene que ver tan solo con las remuneraciones, tiene que ver con un todo, ¿qué queremos?, ¿cómo queremos la educación?, y tiene que ver con el proyecto de una educación de calidad, porque todavía tenemos “libertad de educación”, desde estallido social hasta el momento, eso no se ha modificado, esta todo tal cual lo teníamos antes, he incluso ha ido empeorando en algunas comunas, hemos tenido cada vez más carencias en lo económico, y esto  tiene que ver con el trabajo y las formas en que estamos desarrollando las actividades en las escuelas. Hay que pensar que tuvimos dos años de pandemia y en esos dos años las escuelas no se arreglaron, no se invierte absolutamente ni un peso en infraestructura. Cuando volvimos de la pandemia, volvimos a escuelas que estaban igual, entonces evidentemente hay un desgaste de material, hay un desgaste de los recursos que tendrían que llegar a las escuelas, que desaparecen, ¿dónde están esos recursos?, ¿quién los tiene?, ¿por qué no llegan a las escuelas municipales?”. La dificultad que ha implicado la superación de esta concepción marcadamente economicista de la movilización es la que precisamente ha complejizado lograr avanzar en procesos de unidad en torno a demandas comunes con las familias de los estudiantes de los colegios o con los sectores de estudiantes movilizados. Esto también se vincula estrechamente, con la forma de pensar y de hacer la actividad sindical, marcadamente burocrática, verticalista e inclusive adulto céntrica (como nos mencionaba la colega en la entrevista); de hecho,  cada asociación gremial tiene su propio proceso de negociación con las entidades de la corporación, y sus propios lineamientos político-dirigenciales y organizacionales, que no en pocos casos, caminan con independencia no solo de los estudiantes movilizados y sus familias, si no que del mandato de sus propias bases de trabajadorxs. Un ejemplo de esto se puede encontrar en el reciente descuelgue del colegio de profesores de la movilización, motivados por una decisión unilateral de sus respectivos dirigentes comunales acordada con la corporación.

Sobre lo anterior la compañera Tamara agrega: “las direcciones que tienen los sindicatos en estos momentos son super verticales, la información se baja a las bases, estas solo resuelven a partir de lo que el sindicato está dando en la dirigencias, no hay mayor cambio en las movilizaciones, no hay un cambio estructural de estas. Nosotros llegamos a las 9 de la mañana y estamos hasta las 13:00, solamente marchamos, pero no hay incidencia a nivel de propaganda, no hay incidencia a nivel de trabajar con la población en general, de unirnos a los secundarios; es decir, todo se concentra en la plaza de San Bernardo, de ahí no pasa a algo más relevante, seguimos haciendo los mismo que hacíamos en marzo y lamentablemente en esa oportunidad no conseguimos nada”.

La respuesta del gobierno comunal es la misma de siempre: represión a lxs que luchan.

La compañera finalizó la entrevista con una importante reflexión que apunta hacia la necesidad de que nos formemos como agentes políticos dentro de los movimientos, y que por sobre todo los estudiantes secundarios se desarrollen políticamente y se informen en profundidad, ya que advierte que el adulto centrismo está fuertemente arraigado en gran parte de las organizaciones sindicales. En este punto parafrasea a Luisa Toledo: “Hay que tirar piedras, pero también hay que estudiar”. En lo que respecta al sector de trabajadores de la educación, la profesora concluye haciendo un llamado a cuestionar siempre las dimensiones estructurales de los procesos de lucha, a criticar las posturas aspiracionales y sobre todo a que como trabajadorxs dejemos de pagar la crisis de la educación a través de la autogestión, cuando nuestro deber es politizar los procesos de movilización, y con esto presionar a que el Estado y sus instituciones garanticen una educación pública digna y de calidad para todxs lxs actorxs educativos. 

Vicente Hernández: la necesidad de unificar a trabajadores de la educación y estudiantes en una sola lucha.

Vicente Hernández es estudiante del Liceo Cardenal Antonio Samoré y parte de la vocería de la Red Territorial de Centros de Estudiantes. Vicente nos comentó que los esfuerzos de generar una articulación territorial de secundarios, viene desde el 2019, y que recién en el presente año han podido levantar una red territorial en que se han logrado coordinar con diferentes centros de estudiantes de establecimientos de la comuna; además, que en el camino se han encontrado con una diversidad de desafíos y que uno de los más relevantes ha sido descentralizar los proceso de lucha: “para nosotros la motivación es sacar la protesta del centro, sentimos que la lucha social del estudiantado está  muy centralizada, y finalmente los que más sienten la precariedad son los sectores periféricos que están alejados de los centros principales de la ciudades”.

El compañero nos menciona que el año pasado lograron levantar un petitorio común en conjunto a 31 liceos de la comuna que fue presentado a las autoridades municipales y que sin embargo a la fecha no se han cumplido ninguno de los puntos demandados, dentro de los cuales por ejemplo se encuentran la gravísima situación de infraestructura e insumos en los colegios que se arrastra desde hace varias administraciones municipales: “Sabemos que hay liceos que no han tenido mantención en más de 70 años, para poner un ejemplo el Liceo Cardenal Antonio Samoré, cuenta con techos podridos con riesgo de derrumbe, tenemos salas sin protecciones. Entonces para mejorar la educación hay que mejorar en donde se hace, donde se forjan los estudiantes, donde se forjan los profesores, en base a las experiencias, hay atacar el problema de raíz, es necesario tener un espacio digno para trabajar y para poder estudiar”.

Precisamente la demanda de infraestructura e insumos en los colegios fue una las razones que los llevó como organización de secundarios a solidarizar con el proceso de movilización de los trabajadores de la educación: “Nosotros como red de centros de estudiantes decidimos apoyar a los profesores, lo que hicimos fue ir donde estaban reunidos los sindicatos, y hablamos primero con un representante del Sute, preguntándoles si podíamos unirnos a su manifestación, ahí nos dijo que ningún problema, luego hablamos con los demás estamentos y les explicamos que nosotros como red de estudiantes queremos retribuir lo que hacen por nosotros y que si bien entendíamos que estaban luchando por sus remuneraciones, también lo hacían por la infraestructura de los colegios, y que al fin y al cabo, no podían hacer bien sus trabajos si se encontraban con salas con goteras, mal pintadas, en pésimas condiciones, sin datas; y que por tanto era necesario sacar adelante una lucha en conjunto”.  Ahora bien, el compañero nos explica que, si bien ha habido intenciones de solidarizar y generar procesos de unidad con los sindicatos de trabajadores de la educación movilizados, no han logrado materializar reuniones en que se discutan un pliego de demandas transversales y un plan de movilización común que pueda dotar de mayor fuerza al proceso de lucha.

Así mismo, Vicente nos comenta otras situaciones que han complejizado sacar adelante la organización estudiantil y lograr generar procesos de unidad con el sector de trabajadores, relacionadas con la dificultad de sumar al grueso del estudiantado a los procesos de movilización y lograr con esto superar la indiferencia y el conformismo respecto a las luchas sociales y sobre todo el rechazo que genera el hacer política y entender que todo es político, cuestión que nos menciona es predominante en los jóvenes de su generación: “no todos los estudiantes tiene la misma visión política, no todos los estudiantes tienen las mismas ganas de hacer cambios, hay muchos centros de estudiantes que no se quieren meter en política entonces piensan que por pertenecer a la red de centros de estudiantes vas a hacer política, pero lamentablemente todo es política”.

Al finalizar la entrevista Vicente nos compartió su visión sobre los problemas estructurales de la educación y su anhelo de lograr avanzar en procesos de unidad con lxs trabajadorxs de la educación:

“vivimos en una sistema en el cual te enseñan a memorizar, pero no a aprender, no potencian tus capacidades como estudiante, no potencian lo que tu puedas hacer cuando entres a la vida adulta, te preparan para una prueba la cual te dicen va a determinar todo tu futuro, cuando está comprobado que la prueba no mide tus capacidades como persona, una prueba no mide tus capacidades por ejemplo para hablar frente al público… Eso son algunos de los grandes desafíos que tenemos como red de estudiantes, y ojalá poder complementarlos con los que tienen los trabajadores de la educación y llegar a algo en conjunto, en caso contrario yo creo que esto no va a cambiar hasta que todos nos unamos con el objetivo de lograr una educación radicalmente diferente a la actual, que sea integral, de calidad y que genera dignidad para nuestras comunidades educativas”.

La movilización estudiantil ha sido masiva y permanente: el problema es de todo el pueblo.

Tanto la visión y la experiencia de la compañera Tamara Cáceres como la del compañero Vicente Hernández, nos resultan valiosas para entender y visibilizar la movilización de lxs trabajadores de la educación de San Bernardo, así como también nos permiten tomar consciencia de los desafíos y potencialidades del actual proceso de lucha:

¿De qué manera propiciamos el entendimiento de los trabajadores sobre esta movilización como una lucha con un trasfondo político y no meramente salarial?, ¿Cómo lograremos avanzar en proceso de unidad y de construcción de pliegos de demandas transversales entre estudiantes y trabajadores?, ¿Qué alternativas organizativas podemos ofrecer frente a un panorama en que predominan sindicatos burocráticos y dirigentes cooptados por la esferas del poder?, ¿Cómo logramos sensibilizar a la población de San Bernardo sobre las problemáticas de la educación municipal y mediante qué métodos les podríamos lograr sumar a esta movilización?.

Estas son solo algunas de la preguntas que aún se mantienen abiertas y que es necesario poder responder en el tiempo, independientemente de que las actuales organizaciones gremiales pudieran llegar a un acuerdo con la corporación, ya que la crisis de la educación pública-municipal es transversal y de gran profundidad y por tanto se seguirán generando las condiciones para la apertura de nuevos escenarios de lucha, a los cuales es menester asistir cada vez en mejores condiciones políticas y organizativas.